El Presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y Obispo de Bilbao, Mons. Ricardo Blázquez, afirmó que la esperanza que tiene la sociedad en una paz duradera "será ciertamente fortalecida si los terroristas (de ETA) reconocen el mal que han causado a las personas, a las familias y al pueblo".
Durante la celebración de la fiesta de la Virgen de la Asunción, el Prelado indicó que el alto el fuego "significó el comienzo de una nueva esperanza, sin eliminar del todo los sentimientos de precaución y prudencia". Por ello, pidió que por medio de "la Amatxo de Begoña", Patrona de Vizcaya, el Señor conceda a los miembros de ETA "el valor para pedir perdón a quienes han sido víctimas de sus acciones".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Ofrecer signos de acercamiento
Por su parte, el Obispo de San Sebastián, Mons. Juan María Uriarte, dijo que los "principales responsables de la paz" deben dar "signos de distensión, acercamiento mutuo y diálogo auténtico" para que la sociedad mantenga "una esperanza activa y paciente que, ante episodios desconcertantes, no se desmorone fácilmente pasando de la ilusión a la decepción".
El Prelado pidió a los actores dar "signos positivos de grandeza de alma", anteponiendo "el bien de la paz a los intereses partidarios, de atención a todos los sufrimientos, de flexibilidad en sus posiciones y de revivir el pasado, pero sin quedar atrapados en él".
Asimismo, indicó que "será saludable que los medios de comunicación, lejos de agudizar las confrontaciones, las traten con ecuanimidad y transmitan mensajes que ayuden a sostener la esperanza". También pidió "evitar que la multiplicación de estos fenómenos genere escepticismo".
Mons. Uriarte afirmó que la Iglesia no se sitúa al margen de este proceso, ya que en su papel de orientadora, le "corresponde prepararse sobre todo para contribuir a una tarea profundamente espiritual que es el alma de una pacificación verdadera y duradera".