A través de un comunicado, la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca instó a las autoridades y sectores involucrados en los hechos de violencia que ocurren hace cerca de tres meses, a cambiar de conducta para "construir a corto y a mediano plazo una solución digna, justa y responsable".
"Vemos con tristeza y dolor que la situación ha empeorado", señala el texto firmado por el Arzobispo de Antequera, Mons. José Luis Chávez Botello, en referencia al enfrentamiento que desde finales de mayo se da entre el Gobierno estatal y los profesores.
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El comunicado señala que "se ha creado ya desconfianza, resentimientos y barreras infranqueables donde cada quien defiende con pasión su postura y solo ve en el otro un enemigo a vencer". Indica que si bien "hay causas legítimas y profundas desde años que deben resolverse", es necesario "un cambio de conductas" para detener la ola de violencia y lograr "una solución digna, justa y responsable".
En ese sentido, la arquidiócesis exhorta a ambas partes "a deponer toda forma de violencia como medio de resolver los conflictos sociales. La violencia engendra siempre más violencia". Recuerda que "ante el conflicto de intereses siempre hay que optar por los superiores", porque "la paz, la justicia y el bien común están por encima de los (intereses) económicos y políticos".
Asimismo, pide la intervención urgente del Gobierno Federal, el cual "no puede desentenderse de su responsabilidad irrenunciable". El texto extiende este llamado al Congreso de la Unión y la Secretaría de Gobernación. También convoca a toda la sociedad "a expresar su rechazo enérgico de toda violencia" y a proponer acciones pacíficas porque esta situación "reclama la participación serena y constructiva de todos".
La arquidiócesis recuerda que "Dios exige al hombre que ame la vida, la respete y la promueva", y que "todo lo que atañe a la persona humana tiene que ver con la fe".
"La fe auténtica nunca queda indiferente ante el deterioro de la vida, de la familia o de la sociedad. Desde el Evangelio tenemos mucho que aportar para la reconciliación y la paz; necesitamos mentalidades y corazones nuevos", afirma.
Finalmente, indica que desde la fe, la Iglesia en Oaxaca ve esta situación "como un tiempo de gracia para tomar conciencia de nuestra dignidad", para promover e impulsar "en todas las comunidades un proceso de reconciliación que nos lleve a caminar juntos hacia la unidad, la justicia y la paz auténtica y duradera".
El texto completo está en: http://www.cem.org.mx/prensa/diocesis/2006/agosto/060813.htm