La ejecución en Indonesia de tres cristianos condenados a la pena capital por incitar a la violencia religiosa en 2000 en las islas Célebes ha sido aplazada al menos por una semana después de que se realizaran numerosas protestas y una gran cantidad de llamadas a las embajadas de ese país en todo el mundo, informaron este sábado medios locales.
En 2001 los ciudadanos indonesios Fabianus Tibo, Marinus Riwu y Dominggus da Silva, fueron condenados a la pena de muerte acusados de haber matado a 122 musulmanes refugiados en una escuela islámica en el marco de los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes en la región.
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Aunque han admitido su participación en la ola de violencia contra la mayoría musulmana llevada a cabo en Cébeles, y que dejó un saldo de más de un millar de muertos y cuatro mil casa quemadas, los tres han negado ser los instigadores de los crímenes que se les imputan. Pese a que la violencia fue iniciada por radicales musulmanes y la mayoría de las víctimas fueron cristianos, el tribunal de Palu (Célebes central) no condenó a ningún musulmán.
El jefe de la policía indonesia, Sutanto, señaló que “es sólo cuestión de tiempo” y que “la decisión tiene que ser llevada a cabo”. Asimismo explicó que la ejecución, programada inicialmente para las primeras horas de hoy, ha quedado aplazada al menos hasta el 20 de agosto después de realizar consultas a las autoridades locales.
Por su parte, el presidente de la organización de defensa de derechos humanos International Christian Concern (ICC), Jeff King, declaró que “uno de los aspectos más sorprendentes de este caso es que en los ataques de 1998 a 2003, hubieron aproximadamente 10 mil cristianos muertos, mil iglesias destruidas y 80 mil casas quemadas. En esta orgía de violencia dirigida contra cristianos, los únicos individuos que el gobierno escogió para condenar fueron esos tres hombres. Esto es muy alarmante, especialmente si se considera que todas las indicaciones de los oficiales gubernamentales locales y regionales ayudaron e incitaron esos ataques contra cristianos”.
Este viernes el Papa Benedicto XVI envió un telegrama al Presidente de Indonesia, Susilo Yudhoyono, pidiendo “un acto de clemencia” para los tres condenados a la pena de muerte.