Opositores al régimen de Fidel Castro y defensores de los derechos humanos destacaron la vida de Gustavo Arcos Bergnes, fundador del Comité Cubano Pro Derechos Humanos (CCPDH), fallecido recientemente.
Arcos Bergnes falleció el martes último en el Hospital Calixto García a los 79 años de edad, víctima de un paro cardiorrespiratorio. El líder disidente padecía de Alzheimer, neumonía y trastornos renales.
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En declaraciones recogidas por El Nuevo Herald, el ex preso político Ricardo Bofill afirmó que con su partida "perdimos un gran maestro y un inspirador a la hora de organizar y lograr consensos" y calificó al líder disidente como "un maestro de decencia, de cordura política, de frases firmes pero amables y, sobre todo, de perseverancia".
Gustavo Arcos y Ricardo Bofill crearon juntos, en la cárcel del Combinado del Este, el CCPDH, sindicado como ilegal por parte del gobierno, en 1983.
Por su parte el historiador y ensayista Carlos Alberto Montaner señaló que "el CCPDH de Arcos y Bofill es un punto y aparte en la historia política de Cuba" y explicó que "a partir de ahí comienza la lucha por los derechos humanos" en la isla.
De otro lado, el sobrino del fundador del CCPDH, Sebastián Arcos Cazabón, dijo que "Gustavo deja un legado de rectitud moral, de sentido absoluto del deber y de renuncia total a las ambiciones materiales, de poder o gloria", mientras que el opositor Vladimiro Roca, de la coalición Todos Unidos, indicó que Arcos Bergnes "fue una de las figuras emblemáticas del movimiento de derechos humanos" y "un hombre íntegro, que hablaba de frente y sin dobleces".
Ex compañero de Castro
Gustavo Arcos Bergnes nació en 1926 en Caibarién, antigua provincia de Las Villas. Estudió en la escuela de los Hermanos Maristas junto a sus hermanos menores Sebastián y Luis. Ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana.
Tras el golpe militar de Fulgencio Batista de 1952, los hermanos Arcos se vinculan al Partido Ortodoxo. Posteriormente, en julio de 1953, Gustavo participa en el asalto al Cuartel Moncada de Santiago de Cuba junto a Fidel Castro. En este episodio es herido en la región lumbar, quedando inmovilizada su pierna derecha.
Fue liberado por la amnistía general de 1955 y exiliado a México. En ese país se unió al Movimiento 26 de Julio. Al año siguiente su hermano Luis, quien formó parte de la expedición del yate Granma, murió en los combates de la Sierra Maestra.
Gustavo regresó a Cuba en 1959 luego del triunfo militar de Castro. Fue nombrado embajador en Bélgica, Dinamarca y Luxemburgo, pero ya tenía discrepancias con el nuevo régimen. En 1964 renunció por no estar de acuerdo con el rumbo marxista que tomaba el Gobierno. Sin embargo, al retornar a la isla fue apresado y condenado a diez años de prisión por presuntos "actos contra la seguridad del Estado".
Fue liberado en 1969 luego de una huelga de hambre, pero tenía prohibido viajar al extranjero. En 1981 fue encarcelado nuevamente por intentar salir de la isla.
El Director del Centro por una Cuba Libre, Frank Calzón, recuerda que "un día me llegó a Washington una nota de prensa y un dibujo diciéndome que había un comité de derechos humanos dentro de Cuba". Dijo que en un principio no lo creyó porque pensó que "era una maniobra castrista, hasta que supe que funcionaba dentro de una cárcel".