El ex director de Comunicaciones y Prensa del Arzobispado de Lima dirigió una contundente carta a la revista Somos del diario El Comercio en la que aclara a este medio de comunicación que el Cardenal Juan Luis Cipriani siempre ha defendido los derechos humanos.
En respuesta a un comentario publicado en el diario sobre "un supuesto desprecio por los derechos humanos del Cardenal Cipriani", el ex Director de Comunicaciones y Prensa del Arzobispado de Lima, Alfredo Castillo, precisó que el trabajo del Purpurado "ha girado siempre en torno a la defensa de los valores de la vida y de la paz, así como del matrimonio y la familia" y "en todo momento lo he visto destacando la necesidad de velar por los derechos universales e inalienables de la persona y la solidaridad de los pueblos".
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Castillo recordó que el actual Arzobispo de Lima se desempeñó como Arzobispo de Ayacucho a partir de 1988, "un pueblo golpeado por el terrorismo, y sumergido en la extrema pobreza".
"Fue en este tiempo cuando luchó por el proceso de pacificación, repoblación y desarrollo de este departamento, inspirado en los principios de la doctrina social de la Iglesia. Su profunda preocupación por el abandono de los pueblos andinos lo llevó a encabezar diversos esfuerzos para aliviar esta situación", indicó.
Según recordó Castillo, en Ayacucho, el Cardenal Cipriani desarrolló una ardua labor social y pastoral, que incluyó la construcción de cinco casas hogares para 300 huérfanos del terrorismo, programas de nutrición , apoyo al desarrollo campesino, promoción de la pequeña artesanía, el turismo y el empleo, formación laboral de jóvenes, y reabrió el Seminario Mayor de Huamanga, después de 38 años de haber permanecido cerrado.
En los últimos días, el Purpurado fue el blanco de muchos ataques debido a que en último Te Deum por Fiestas Patrias reiteró su preocupación por el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) que, paradójicamente, difama la actuación pastoral de la Iglesia Católica en Ayacucho, Apurímac y Huancavelica durante los años de violencia terrorista.
La CVR recibió en el año 2001 el mandato del Presidente interino Valentín Paniagua de investigar las violaciones de derechos humanos durante la agresión desatada por las organizaciones terroristas Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA). Sin embargo, en el año 2003 publicó un controvertido informe en el que acusó a varias autoridades de la Iglesia de "obstaculizar" la defensa de los derechos humanos. Entre ellas, señaló al hoy Cardenal Cipriani, entonces Arzobispo de Ayacucho, la zona del país más golpeada por el terrorismo.