Durante la oración del Ángelus que esta mañana dedicó a la Transfiguración del Señor, el Papa Benedicto XVI  destacó nuevamente la necesidad de que la luz triunfe sobre las tinieblas en el mundo, pero especialmente en el conflicto en el Oriente Medio.

EL Pontífice, asomándose al patio interno del Palacio de Castelgandolfo, recordó el pasaje evangélico de este domingo, centrado en la Transfiguración,   y señaló que ésta nos invita a “abrir los ojos del corazón al misterio de la luz de Dios presente en toda la historia de la salvación”.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

“En el Nuevo Testamento, es Cristo quien constituye la plena manifestación de la luz de Dios”, continuó el Pontífice. “Su resurrección ha despejado para siempre el poder de las tinieblas del mal”.

“Con Cristo resucitado –prosiguió- triunfan la verdad y el amor sobre la mentira y el pecado. En Él la luz de Dios ilumina definitivamente la vida de los hombres y el recorrido de la historia”, afirmó.

El Pontífice exclamó luego: “¡Cuánta necesidad tenemos, también en nuestro tiempo, de salir de las tinieblas del mal, para experimentar le gozo de los hijos de la luz!”

El Papa pidió que la Virgen obtenga “la paz para las poblaciones  del Medio Oriente trastornadas por la violencia fratricida”

Al respecto, el Santo Padre recordó que “sabemos bien que la paz es ante todo un don de Dios, que debe ser implorado constantemente en la oración, pero en este momento queremos también recordar que ella es compromiso de todos los hombres de buena voluntad ¡Que nadie se excuse de tal deber!”

El Papa sentenció: “por tanto, frente a la amarga constatación de que hasta ahora han seguido sin escuchar las voces que pedían un inmediato cese del fuego en aquella martirizada región, siento la urgencia de renovar mi actual llamado en ese sentido, pidiendo a todos que ofrezcan su eficaz contribución para la construcción de una paz justa y duradera”.

“Confío este renovado llamado a la intercesión de la Virgen Santísima”, concluyó.