“Una sonrisa inolvidable” es el título de la biografía –publicada en francés– de Faustino Pérez-Manglano, un adolescente valenciano de 16 años que podría ser elevado a los altares.
Hasta la fecha, la vida de Faustino ha sido difundida en unos 50 países con más de 150 mil ejemplares de libros y obras divulgativas. Su breve historia -falleció en 1963 como consecuencia de una dura enfermedad- ha conmovido a varias generaciones.
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La nueva biografía es obra de la escritora francesa Odile Haumonté. “Una sonrisa inolvidable” forma parte de una colección de biografías de jóvenes que “también dieron con su vida y su muerte un testimonio cristiano”, según declaró Haumonté a la agencia AVAN.
La colección recoge las biografías del beato francés Marcel Callo, mártir del nazismo; el seminarista alemán y también beato víctima del nazismo, Karl Leisner; igualmente el beato francés Carlos de Foucauld; el sacerdote alemán Franz Stock, capellán en las cárceles de París cuando la ocupación nazi; y Ana de Guigné, la niña francesa de 11 años en proceso de beatificación.
La causa de beatificación de Faustino Pérez-Manglano, iniciada en Valencia en 1986, sigue su curso actualmente en Roma.
Su historia
Faustino nació el 4 de agosto de 1946 e ingresó en el colegio Nuestra Señora del Pilar en 1952. En 1961 su salud se ve seriamente comprometida a causa de la enfermedad de Hodgkin. Sin embargo,"él asume su muerte con alegría y naturalidad después de dar un testimonio excepcional durante toda su vida y hasta el último momento", señala el sacerdote marianista José María Salaverri, profesor y director espiritual de Faustino, autor de una de las más importantes biografías del Siervo de Dios.
Miembro de la Congregación-Estado de María Inmaculada (C.E.M.I.) desde 1962, el 9 de febrero de 1963, después de recibir la unción de los enfermos, hace su consagración definitiva. Habiendo albergado en su corazón el ideal de consagrar su vida a la salvación de los hombres como religioso marianista, promete antes de morir, el 3 de marzo de 1963, ocuparse desde el cielo de las vocaciones.
“Es constante el creciente interés fuera de Valencia por la figura ejemplar de Faustino, que con su escasa juventud practicó en vida las virtudes en un grado superior, convirtiéndose en un auténtico misionero que, incluso tras su muerte, misiona, allí donde alguien se pone en contacto con él" , según Salaverri. Además, el sacerdote marianista añadió "se están multiplicando de forma asombrosa las personas que se acercan a la biografía de Faustino y que han experimentado cambios notables en su vida".