Uno de los jueces de la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires que se opuso a autorizar el aborto de una joven discapacitada presuntamente violada, precisó que el caso no cumple con todos los requisitos establecidos por la ley argentina para permitir este procedimiento.

En declaraciones a la prensa, el magistrado Federico Domínguez explicó que se opuso al aborto porque el Código pide dos requisitos para practicar el aborto: la existencia de la violación y que la víctima sea “idiota” o “demente”.

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Sobre la violación, “de lo que nosotros tenemos, no se puede decir que la hubo. Más: el presunto autor o imputado o lo que fuere dice que quiere que le hagan un análisis”, explicó.

"No tenemos elementos para decir que fue violada o que no convivía antes con alguien o que durante la ausencia de la madre no haya tenido relaciones con una tercera persona, de quien hay una carta dando vueltas ahí en el expediente", agregó Domínguez.

El magistrado afirmó que tuvo "oportunidad de escuchar a la joven. Es una chica moderadamente incapaz, usa celular, responde frases y está ubicada en tiempo y espacio".

Domínguez presentó otro reparo: el aborto no goza del consentimiento del padre de la joven. "El asunto es muy simple: si se pide el consentimiento expreso de los dos padres para salir del país y para contraer matrimonio, mayor razón para autorizar un aborto. Acá nadie se preocupó por el padre. Me tendrían que probar que al padre es imposible hallarlo. En ese caso, el Código da una solución: que lo resuelva un juez de familia. Esto no se hizo", indicó.

"Todo el mundo vio esto. Yo no puedo permitir como juez que se vulnere la ley cuando la ley expresamente dice el mecanismo del consentimiento. Yo hago hincapié en el consentimiento", concluyó el magistrado.