El Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, invitó a hacer del próximo periodo de vacaciones europeas de verano un espacio para cultivar la acogida de la misericordia de Dios, gozar de la paz interior y "un tiempo para experimentar la alegría de vivir los unos con los otros".

En su carta de esta semana, el Prelado invitó a que este tiempo de descanso sea utilizado para "experimentar la alegría de vivir los unos con los otros, de dedicarnos tiempo, de prolongar los paseos, las comidas, las sobremesas o las conversaciones disfrutando intensamente del encuentro personal".

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Asimismo, Mons. García-Gasco aseguró que para vivir el ocio en familia "es imprescindible gozar de paz interior, de paz personal", algo que se contrapone a las "muchas ocasiones en que nuestra sociedad incita a movilizar las pasiones de las personas para lograr tiranías de consumo que roban el equilibrio y la paz". En este sentido, el Arzobispo lamentó los "excesivos mensajes que invitan a pensar sólo en uno mismo, a acumular cada vez más, a buscar con desenfreno el lujo y la comodidad".

Para el pastor de la arquidiócesis que acogió recientemente el V Encuentro Mundial de la Familia, todos podemos disfrutar del equilibrio y la paz interior "si estamos dispuestos a aceptar la misericordia de Dios y a practicar con los demás esa misma misericordia". El ocio en familia "adquiere una dimensión nueva si se cultiva la acogida de la misericordia de Dios y si se expresa en la relación con los demás", dijo.

Al referirse a las situaciones adversas que también pueden experimentar las familias en este tiempo, Mons. García-Gasco recordó que "todas estas circunstancias difíciles adquieren nueva luz si se ponen bajo el resplandor de la misericordia de Dios". Tales situaciones "son oportunidades para crecer personalmente, para salir de la egolatría y disfrutar también con la compañía del que sufre".