Al permitir el anteproyecto de reforma del Código Penal aprobado recientemente por el Consejo de Ministros la "clonación terapéutica" de seres humanos, España no solo se alejaría de legislaciones como la francesa sino que desacataría importantes convenios y resoluciones nacionales e internacionales.
Así lo dio a conocer el Semanario Alba que en su último número advierte que la despenalización de la mal llamada "clonación terapéutica" en el texto aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 14 de julio sitúa a España en línea de confrontación con una resolución del Tribunal Constitucional español, el Convenio de Oviedo de 1997 y la Declaración de prohibición de todo tipo de clonación de la ONU del año 2005.
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"La creación de embriones humanos y todo tipo de clonación está proscrita en el Convenio de Oviedo", declara a Alba el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid César Nombela, para quien este documento "es muy claro y obliga al gobierno", pese a los intentos de negarlo.
Para el catedrático ex asesor de Ética de la Comisión de Investigación Científica y Técnica, este convenio ratificado en 1999 "supone una valoración éticamente exigente del embrión, pero al mismo tiempo razonable".
Asimismo, el semanario católico asegura que la reforma oficial se opone a la Declaración adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la clonación del pasado 8 de marzo de 2005 en la que "se insta a los países miembros a tomar todas las medidas necesarias con el fin de prohibir toda forma de clonación humana, dado que es incompatible con la dignidad humana y la protección de la vida humana".
En el ámbito nacional, continúa, la reforma del Código "se contradice al Tribunal Constitucional" cuando exige "la necesidad de respetar al embrión humano, al que se le reconoce un ‘valor singular’ a pesar de considerar no alcanzado el status jurídico de ‘persona humana’".
Alba señala que "el gobierno ha ‘vendido’ a la opinión pública la necesidad de regular la clonación terapéutica para no cerrar la puerta al progreso científico que pueda curar enfermedades hoy incurables". Sin embargo, asevera el semanario, "el fiasco de las investigaciones coreanas y la última literatura científica apuntan a que seguimos sin saber si técnicamente es posible la clonación humana".
Francia: "Crimen contra la humanidad"
Al comparar el anteproyecto de reforma español, Alba hace notar que en la "liberal" Francia, la engañosa "clonación terapéutica está prohibida y penada con multa de hasta un millón de euros y siete años de prisión" y que la reproductiva la considera "crimen contra la humanidad" y la castiga con multa de hasta 7 millones de euros y privación de libertad durante 30 años.
"Lo que subyace en la legislación española es una obsesión casi enfermiza de prescindir de cualquier valoración exigente del embrión humano", sentencia Nombela.