La Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) publicó un mensaje en el que pide tolerancia a las autoridades. El documento se difundió poco después que el Presidente Evo Morales y su Ministro de Educación, Félix Patzi, ofendieran a los prelados por su defensa de la enseñanza de religión en las escuelas.
Esta semana, Patzi acusó a los obispos de mentirosos y Morales los consideró “inquisidores”, por respaldar las numerosas movilizaciones civiles que reclaman respeto para el curso de religión en el proyecto de nueva Ley de Educación. Este documento oficial plantea diluir esta asignatura para difundir cultos e idiomas nativos.
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En el comunicado de la Secretaría General de la CEB, los obispos se refieren a la polémica pública “como resultado de la confrontación de ideas en temas sensibles para la sociedad”, y piden considerar este momento “como una gran oportunidad para lograr ser capaces de construir consensos responsables, más aún, en el marco del proceso de transformaciones que viviremos a través de la Asamblea Constituyente”.
“Vivimos en un estado democrático, pluralista donde el debate, la confrontación de ideas y la libre expresión son fundamentales para la convivencia. Sin embargo, debemos ser capaces de asumir estos principios en el marco del respeto mutuo, la tolerancia y el diálogo responsable, sin recurrir a insultos que hasta desdicen de los que los profieren. Mayor responsabilidad tienen quienes representan al Estado Boliviano para favorecer el clima de entendimiento y concertación”, advierten los prelados.
Asimismo, ratificaron su “pleno respeto y defensa de la democracia como el mejor sistema para confrontar ideas y concertar acuerdos, salvaguardando los derechos y obligaciones fundamentales de las personas”.
“En un estado de derecho, la libre expresión de opiniones da lugar, con frecuencia, a tensiones, por ello mismo, el tratamiento de la información, en base a los valores de objetividad y equilibrio, es una responsabilidad que los medios de comunicación social deben promover con mayor claridad y sin sensacionalismos”, reiteraron.
Los obispos recordaron también que “la historia de nuestro país y la presencia social de la Iglesia Católica dan cuenta, por sí mismas, más allá de interpretaciones unilaterales, de su compromiso con la promoción humana y los valores de la justicia, la solidaridad y la paz, particularmente en los sectores y regiones más excluidas, haciendo palpable la opción preferencial por los pobres”.
Finalmente, se comprometieron a seguir “escuchando, dialogando y aportando positivamente al proceso de transformaciones que vive el país, en el marco del respeto mutuo y la defensa de los principios y valores fundamentales para la convivencia social”.