El Arzobispo de Bamberg, Mons. Ludwig Schick, recordó que "quien desee ser un auténtico sacerdote y celebrar de manera fructífera la Confesión, debe recibir dirección espiritual personal y confesarse frecuentemente".
Según informó la agencia Kath.net, Mons Schick destacó en la Misa celebrada con ocasión de diversos aniversarios de ordenación de algunos sacerdotes diocesanos, que "el trabajo personal por la santidad, el acompañamiento espiritual y el sacramento de la Confesión pertenecen al ministerio sacerdotal tanto como la preocupación por los pobres, los enfermos, los atribulados y abandonados".
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Mons. Schick recordó que el sacerdote debe ser un buen director espiritual como también un padre acogedor y comprensivo en el sacramento de la Confesión, y destacó el modelo inspirador de varios santos sacerdotes como San Felipe Neri, San Carlos Borromeo, San Camilo de Lelis, San Francisco de Sales y el Santo Cura de Ars.
El Arzobispo de Bamberg recordó igualmente a sus sacerdotes, que para ser buenos directores espirituales, es necesario que reciban ellos mismos dirección espiritual de manera regular, acentuándoles que "quien desee ser un auténtico sacerdote y desempeñar fructuosamente el ministerio de la Reconciliación sacramental, debe confesarse frecuentemente".
Mons. Schick agradeció a los sacerdotes presentes por su compromiso, la transmisión incansable de la fe y sus esfuerzos por la salvación de los hombres.