El Obispo Auxiliar de San Pedro Sula, Mons. Rómulo Emiliani Sánchez, indicó que la migración de Honduras hacia Estados Unidos se produce porque "se le ha arrancado a la gente su derecho de vivir dignamente".
En su carta pastoral titulada "¡No se vayan, que aquí hay para todos!" fechada el 19 de julio, Mons. Emiliani precisa que muchos de los problemas de los hondureños se originan en "todo un sistema económico, político y social que ha marginado secularmente a millones de personas del gozo equitativo del Bien Común, se ha consolidado como un tumor maligno que está matando el bienestar y la esperanza de nuestro pueblo".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"La injusticia social es otra forma de violencia que arrebata a la gente su derecho a vivir dignamente y que los condiciona a vivir en la extrema pobreza. Como consecuencia de esto la apatía y el fatalismo de muchos que se han acostumbrado a vivir en su pobreza y que no agudizan los sentidos para salir de tal situación, resignados a vivir de manera infrahumana", explica el Prelado en su carta pastoral.
Tras indicar que la gente deja el país por la "desesperación de no ver alternativas ni futuro adecuado para ellos", el Obispo denuncia que "el ambiente de una sociedad del primer mundo, individualista, competitiva y permisiva en cuanto a los anti valores, les borra en muchos casos los valores espirituales y culturales de sus lugares de origen".
Al referirse a los hondureños que emigran a Estados Unidos, Mons. Emiliani señala que "han aportado la riqueza cultural y espiritual de América Latina y El Caribe, enriqueciendo a la sociedad norteamericana y a la Iglesia Católica con una nueva vitalidad propia de nuestros pueblos". "Reconocemos también que las remesas que mandan esta generación de hondureños mantiene en parte la economía de nuestro país", añade.
Ante toda esta situación, el Prelado propone generar "más fuentes de trabajo en nuestro pueblo. Hay que acelerar las inversiones públicas y privadas que generen nuevos empleos" así como "atraer la inversión sana extranjera y la nuestra".
Para el Prelado también es importante que el gobierno invierta más en lo social y recuerda la necesidad de aplicar la ley a quienes "evaden impuestos, favorecen el contrabando y aplican mordidas (sobornos) en contratos públicos y privados".
Finalmente, el Obispo solicita al "gobierno, la empresa privada y todas las fuerzas vivas de nuestro país que hagamos realidad el sueño de que no tenga nuestro pueblo que irse porque aquí no hay futuro. El drama de la emigración es tan grande que nos debería llenar de dolor y vergüenza y obligarnos a buscar soluciones eficaces a corto y largo plazo".