Gracias a una iniciativa de los obispos del país, del 31 de julio al 6 de agosto, los católicos mexicanos se unirán en oración por la reconciliación nacional, en medio de las tensiones suscitadas por los estrechos resultados de los comicios presidenciales.
En la convocatoria de la Jornada de Oración por la Reconciliación, la Concordia y la Paz, los obispos explican que “más allá de las diferencias ideológicas, compartimos una historia, unos valores, un destino que ahora está en juego en este proceso. Si bien, en una familia caben legítimamente las diferencias y divergencias, no es concebible el odio, y mucho menos la violencia que siempre es condenable y estéril”.
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“La Iglesia Católica pide a todas las mujeres y hombres de buena voluntad, respetar la ley y trabajar por la reconciliación, el diálogo y el entendimiento; hace un apremiante llamado a la serenidad, a la tolerancia y a la moderación. Exige a las autoridades actuar con verdad y justicia, y pide a las fuerzas políticas comportarse con madurez, generosidad y honestidad”, indicaron.
Asimismo, advirtieron que “después de que México celebró la jornada electoral más reñida de su historia democrática, todos los mexicanos hubiéramos querido una culminación del proceso sin mayores complicaciones; sin embargo, lo cerrado de los resultados -de manera particular en lo que se refiere a la elección para la Presidencia de la República- ha dado lugar a impugnaciones y cuestionamientos que han golpeado fuertemente a instituciones consideradas por todos, como el soporte y la garantía de nuestra naciente democracia”.
También recordaron que “ha concluido el conteo de votos, pero falta la calificación legal del proceso; sólo entonces tendremos un Presidente electo. Estas tareas corresponden al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que deberá tomar sus decisiones con base en la ley. Para fortuna de la sociedad, este organismo goza de una merecida reputación de imparcialidad y autonomía, que nos permite esperar su veredicto con confianza”.