La Santa Sede anunció hoy que el tema de reflexión elegido por el Papa Benedicto XVI para la 40° Jornada Mundial de la Paz, a celebrarse el 1 de enero de 2007, es: "Persona humana: corazón de la paz".

Este tema "expresa la convicción de que el respeto de la dignidad de la persona humana es una condición esencial para la paz de la familia humana” señala un comunicado dado a conocer por el Servicio de Información Vaticana (VIS) que precisa que “la familia humana se halla en el sendero que lleva a la paz y a la comunión con Dios si se reconoce la dignidad trascendente de cada hombre y de cada mujer".

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“Hoy, quizá con la fuerza persuasiva y con medios más eficaces que en el pasado, la dignidad humana se encuentra amenazada por ideologías aberrantes, agredida por un uso equivocado de la ciencia y de la técnica, contradicha por estilos de vida incongruentes. Ideologías inspiradas en el nihilismo o el fanatismo (materialista o religioso) pretenden negar o imponer presuntas verdades sobre la realidad, el ser humano o Dios", continúa la nota.

Allí se subraya asimismo que "la ciencia y la técnica (la biomedicina en particular), a menudo, en vez de servir al bien común de la humanidad son instrumentos de una visión egoísta del progreso y del bienestar” y se afirma que “la propaganda y la mayor aceptación de estilos de vida desordenados y contrarios a la dignidad humana debilitan los corazones y las mentes” hasta apagar el deseo de una convivencia ordenada y pacífica.

“Todo esto representa una amenaza para la humanidad, porque la paz está en peligro cuando no se respeta la dignidad humana y cuando la convivencia social no busca el bien común", asegura.

Al final del comunicado se expresa que la Iglesia “responde a los desafíos del tiempo presente con una antropología cristiana fundada en los tres pilares de la dignidad, del carácter social y del obrar humano en el mundo, que debe ser orientado según el orden impreso por Dios en el universo y en la perspectiva de un humanismo integral y solidario que tiende al desarrollo de todo el ser humano y de todos los seres humanos".

"Toda ofensa a la persona es una amenaza a la paz; toda amenaza a la paz es una ofensa a la verdad de la persona y de Dios: "¡La persona humana es el corazón de la paz!", concluye el comunicado.