La Iglesia en Escocia investiga un posible milagro atribuido a la intercesión de la Sierva de Dios Margaret Sinclair. El hecho milagroso ocurrió en un hospital de Edimburgo e implicó que un bebé prematuro, al que los doctores ya habían desahuciado y que pesó medio kilo al nacer, salvó de morir.
Según informa el diario Scotsman, una reliquia de Margaret Sinclair fue colocada en la incubadora del recién nacido con el permiso de la familia luego que los médicos indicaran que nada podría salvar al infante. Actualmente, el niño ya tiene cuatro meses y está en perfecto estado de salud. Para proseguir con la investigación, el personal sanitario que atendió al bebé deberá responder a algunas preguntas para definir si fue o no un milagro lo acontecido.
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"El Papa Juan Pablo II me dijo que cuando se tratara la causa de Margaret Sinclair le pidiese a la gente que orase por un milagro y esto ha venido sucediendo", afirmó el Arzobispo de Edimburgo, Cardenal Keith O'Brien, respecto a lo ocurrido.
"Aunque son noticias emocionantes, debemos tratar el asunto con cautela", añadió y precisó que deben realizarse las investigaciones del caso para probar la autenticidad del milagro. De ser probada la veracidad de estos hechos, se tendría el milagro que llevaría a la Sierva de Dios a la beatificación, causa que se ha promovido en el país en los recientes años.
Margaret Sinclair nació en Edimburgo en 1900, trabajó en una fábrica y fue una sindicalista comprometida. Asistía a Misa todos los días. En 1922 ingresó al convento de las clarisas en Notting Hill, Londres, en donde atendió y veló por los pobres, siendo ejemplo de vida cristiana. Murió en 1925 y el Papa Pablo VI la declaró Sierva de Dios en febrero de 1978.