La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), denunció la creciente militarización de la sociedad por parte del Gobierno, el aumento de la violencia y la exclusión de sectores pobres que no se benefician de la renta petrolera.

“Venezuela presencia con asombro y rechazo moral la promoción de un clima bélico y la militarización de la sociedad, entre otras cosas, por la creación de milicias civiles”, manifiestan los obispos en el documento final de la 86º Asamblea Ordinaria de la CEV.

El texto titulado “Pensamientos de paz y no de aflicción” advierte que “el militarismo, el exceso de armas, los abusos policiales y la impunidad, crean un estado de zozobra y sobresalto en la ciudadanía y neutralizan la capacidad de legítima protesta”. En ese sentido, señalan que “es imprescindible una lucha frontal contra estos males y una sana depuración de las fuerzas del orden, tanto en sus niveles de comando como en sus áreas operativas”.

Los obispos también lamentan que algunos medios de comunicación contribuyan “a la exaltación de actitudes violentas difundiendo contenidos e imágenes violentas”. Advierten que “trágica, pero paulatinamente, los venezolanos nos estamos acostumbrando a una cultura o modo de pensar según el cual la muerte parece ganarle cada día la batalla a la convivencia entre los ciudadanos”.

En ese sentido, la CEV pide al Ministerio Público actuar de acuerdo con la verdad y aclarar casos de violencia como el del P. Jorge Piñango, asesinado meses atrás y utilizado por “algunos sectores (con la intención) de desprestigiar a la Iglesia”, sin lograr su objetivo.

El documento, leído por el Obispo de Cumaná, Mons. Manuel Díaz Sánchez, denuncia además que la renta petrolera no beneficia a los sectores pobres, porque ésta no se traduce “en empleos decentes y estables, en salarios suficientes para el sustento familiar y en un régimen de seguridad social, universal justo y efectivo”.

Educación y elecciones

Por otra parte, los obispos expresan su preocupación por la orientación que se le quiere dar a todo el sistema educativo a través del anteproyecto de Ley Orgánica de Educación, que otorga al Estado los derechos educacionales que en su origen pertenecen a la sociedad.

“Considerar al Estado como actor supremo de la educación, además de socavar los derechos de la familia y de la sociedad, es peligroso, porque lleva a consagrar el monopolio estatal-partidista de la educación y a herir de muerte el pluralismo o libertad educativa”, señala la CEV. Con respecto a la enseñanza religiosa, recuerda que “la Iglesia no pide privilegios”, sino que reclama el derecho de todo niño a recibir una formación “de acuerdo con el credo religioso que profesan sus padres”.

El Episcopado también recuerda que en pocos meses se realizarán las elecciones presidenciales, las mismas que generan entre la población muchas “interrogantes y preocupaciones”, por el temor a que no vayan a ser transparentes.

Por ello, piden al Consejo Nacional Electoral (CNE) escuchar las sugerencias de la Comisión de Seguimiento del Proceso Electoral de la CEV, y aceptar “toda colaboración o medida de corrección” que rescate la confianza electoral de los venezolanos.

Finalmente, los obispos llaman a la concordia y a rechazar cualquier tipo de discriminación e intolerancia. Piden a los feligreses acudir “con filial afecto” a la Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, “con la seguridad de que ella nos obtendrá de su divino Hijo fuerza para proseguir el camino de reconstrucción de nuestra historia, promoviendo pensamientos de paz y no de aflicción”.

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