Después de su visita a la Catedral de esta ciudad, el Papa Benedicto XVI presidió en la plaza de la Virgen de Valencia el rezo del Ángelus y dirigió un discurso ante los seminaristas de toda España y sus familiares en el que resaltó el papel de la familia en la escucha de la llamada divina y la acogida del don de la vocación.
“El amor, entrega y fidelidad de los padres, así como la concordia en la familia, es el ambiente propicio para que se escuche la llamada divina y se acoja el don de la vocación”, dijo el Santo Padre en su intervención después de escuchar las palabras de bienvenida del Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco.
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En su alocución, el Pontífice exhortó a los seminaristas a vivir “intensamente los años de preparación en el seminario, con la ayuda y el discernimiento de los formadores, y con la docilidad y confianza total de los Apóstoles, que siguieron a Jesús prontamente”.
“Aprended de la Virgen María cómo se acoge sin reservas esta llamada, con alegría y generosidad. Esto lo recordamos y lo pedimos precisamente en la bella oración del Ángelus que a continuación rezaremos todos juntos”, añadió el Papa
Finalmente, hablando en valenciano, Benedicto XVI se dirigió a la Virgen María, Madre de los Desamparados, patrona de la Valencia, pidiéndole su amparo por todas la necesidades de los fieles: "Ante la Jorobadita quiero decirle: 'Ampáranos noche y día en todas las necesidades, ya que sois, Virgen María, Madre de los Desamparados'".