Al participar en la jornada inaugural del Congreso Teológico-Pastoral que forma parte del V Encuentro Mundial de las Familias, el Arzobispo de Bologna (Italia), Cardenal Carlo Cafarra, propuso una educación sin lamentaciones como respuesta a la decisión del Parlamento Europeo de obligar a los estados miembros a equiparar matrimonios y parejas homosexuales.
Según informó la agencia AVAN, el Purpurado consideró la resolución -aprobada en enero pasado- como una "falsa concepción de la laicidad del Estado" y ha lamentado que "condene por homofóbicos a los estados que no la aplican".
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El Cardenal Cafarra, que es también director del Instituto de la Familia Juan Pablo II, explicó que la aplicación de "estos principios laicistas" en Europa, supone que la sociedad queda destinada a configurarse como "un contrato de egoísmos, una coexistencia negociada de extraños".
Ante esta situación, precisó que la principal "emergencia es la educación" pues "una generación entera de adultos no sabe educar a una generación entera de jóvenes".
En su ponencia, destacó la misión de la Iglesia en la "reconstrucción de una fuerte unión educadora dentro y fuera de las familias, porque la devastación de lo humano no se detiene con lamentaciones, sino por la regeneración educativa de personas verdaderamente libres y libremente verdaderas".
El Purpurado también criticó que con la resolución del Parlamento los conceptos de conyugalidad y paternidad "deban ser sustituidos" por términos que "no deriven de ninguna concepción particular de la sexualidad humana: no más cónyuges, sino ‘partners’, no más padres y madres, sino progenitor A y progenitor B".