El Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, agradeció ayer la colaboración de los diez mil voluntarios del V Encuentro Mundial de las Familias (EMF) y consideró que son “el mejor rostro de la sociedad: el rostro de la entrega, la imagen del servicio, la expresión de la solidaridad”.
Luego de manifestar que los voluntarios del EMF también son “la prueba de que el Espíritu de Dios transforma el mundo”, el Arzobispo indicó que “sin vuestra ayuda generosa sería imposible el feliz desarrollo” de este gran evento. “Vamos a vivir días estupendos; tenemos la alegría y la responsabilidad de recibir al Papa y de servir a cientos de miles de peregrinos”, indicó el Prelado ante los diez mil voluntarios que se dieron cita para la Eucaristía celebrada en el pabellón deportivo de la Fuente de San Luis, en Valencia.
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“No hay tareas más relevantes unas que otras”, prosiguió, y explicó “con la contribución de cada uno en la misión que se le ha confiado, el conjunto del evento, estoy seguro, será un éxito”. “Ya desde este momento, quiero que sepáis que vuestro Arzobispo cuenta con cada uno de vosotros y que os da las gracias por la colaboración que vais a prestar, para que la verdad del matrimonio y de la familia llegue desde Valencia al mundo entero, proclamada por Benedicto XVI”, manifestó.
Asimismo, alentó a los voluntarios a descubrir la “vocación que Dios os tiene encomendada para desarrollar en la vida”. El Señor “os puede pedir la entrega generosa del corazón en la vida matrimonial para que construyáis una familia, eduquéis a vuestros hijos y seáis constructores de una sociedad libre, solidaria, responsable” y “os puede pedir también que le sigáis de otro modo: con la entrega generosa del corazón por la causa del Evangelio”.
Tras advertir de las seducciones de este mundo que “impiden el seguimiento total de Jesucristo” y luego de recordar que “muchos compañeros y amigos vuestros están presos en las redes de la indiferencia religiosa, del consumismo, del hedonismo, del alcohol, de los desórdenes sexuales, de los paraísos artificiales de la droga; en definitiva, de los ídolos del mundo”, el Arzobispo explicó que los voluntarios deben estar dispuestos a “seguir al Señor, cualquiera que sea el designio que tiene para vosotros. ¡No os quedéis en la orilla! ¡Remad mar adentro!, como nos decía nuestro querido Papa Juan Pablo II”.
Luego de hacer un llamado a apreciar la oración y “el diálogo íntimo con Jesús y, por medio de él, con el Padre”, Mons. García Gasco pidió a los voluntarios que abran “vuestro corazón a Dios. Dejaos sorprender por Cristo. Dadle el derecho a hablaros”.