El jueves 29 de junio, el Center for Reproductive Rights (CRR) se reunió en esta ciudad con personal de Congreso de Estados Unidos para tratar las "victorias legales" obtenidas en América Latina y las estrategias que conforman su plan para lograr la despenalización del aborto en todo el mundo.

El primer caso y del que más se conversó fue el de la joven Paulina Ramírez. Para los abortistas del CRR, este caso establece un precedente para los demás países. Uno de sus métodos para lograr la despenalización del aborto es avanzar en países en donde éste es legal sólo en algunas circunstancias. Lo que creen es que dado que el aborto por violación es una excepción en la zona mexicana de Baja, el caso permitía hacer que se obligara a la justicia a permitir el aborto para una víctima de agresión sexual. Ahora esperan repetir esta misma estrategia en otros países en donde el aborto es legal pero en la práctica no se realiza o no hay forma de acceder a él.

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En relación a este mismo caso, indicaron que el próximo mes tendrán a su disposición una serie de medidas y acciones a tomar cuando se enfrenten a situaciones similares e hicieron hincapié en la "necesidad" de entrenar en México a trabajadores sanitarios, médicos, abogados, administradores, etc., para lograr que "entiendan" que una mujer violada "tiene derecho" a someterse a un aborto. Aparentemente, grupos como la abortista IPAS, están trabajando en ello y pusieron como ejemplo la "necesidad" de hacer que los trabajadores de salud deriven a las mujeres que desean abortar incluso si quienes tendrían que hacer eso discrepan con esta práctica.

Si bien reconocieron que los valores morales son fuertes, consideran que deben "educar" a las personas para cambiar su perspectiva sobre el aborto. Para ello propusieron una serie de campañas de apoyo e información a mujeres sobre esta práctica.

Una de las tareas fundamentales para el CRR es ir avanzando en las querellas legales para proporcionar a los activistas anti-vida la experiencia y el conocimiento legal necesario para tener más oportunidades de ganar en una corte. Para ellos, el caso de Mónica Roa en Colombia es emblemático. Ella ya pertenecía al centro antes de llegar a la Corte Constitucional y con su demanda se logró la despenalización del aborto en ese país.

Así como a Roa, el CRR alienta a otros activistas anti-vida a presionar a sus respectivos gobiernos, especialmente a nivel judicial, para que el aborto legal siga ganando espacio. Una chilena que participaba de la reunión dijo a su turno que su país y El Salvador tienen leyes más "difíciles" de revertir, y aparentemente serían los objetivos de las siguientes querellas legales. También se mencionó el grupo de trabajo que poseen en Brasil y que el Ministro de Salud de Argentina está dispuesto a trabajar con el CRR.

En cuanto al caso peruano de la joven Karen Llantoy, que dio a luz a un bebé anencefálico y que también fue usado para presionar en esta estrategia abortista que amenaza toda la región, se dijo que éste es una gran victoria porque fue la primera vez que una Corte establecía que el aborto es un derecho reproductivo y humano. Asimismo, la misma Corte de las Naciones Unidas sentenció que la previsión sobre tortura de ese organismo fue violada cuando Karen fue "obligada" a amamantar a su hijo anencefálico.

Con el caso de esta joven madre, el CRR espera presionar en otro caso similar en Polonia, que la misma corte esta tratando. Lo que el CRR busca así es utilizar cortes cuasi-judiciales dentro de la ONU y en la CEDAW próximamente.