Miles de peregrinos llegados de todas partes del mundo se dieron cita hoy en la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus Dominical con el Papa Benedicto XVI quien recordó que la festividad del Sagrado Corazón de Jesús es ocasión para rezar por la santificación de los sacerdotes.

Antes de iniciar la oración mariana, el Santo Padre hizo notar que este domingo “se encuentra rodeado de solemnidades litúrgicas significativas” como “el Sagrado Corazón de Jesús, que une felizmente la devoción popular con la profundidad teológica” y “la natividad de San Juan Bautista, el único santo de quien se conmemora el nacimiento pues marcó el inicio de la realización de las promesas divinas”.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

Sobre la primera agregó que “las raíces de esta devoción se encuentran en el misterio de la Encarnación; es justamente a través del Corazón de Jesús que en modo sublime se ha manifestado el Amor de Dios hacia la humanidad”.

“Por esto –prosiguió- el auténtico culto al Sagrado Corazón conserva toda su validez y atrae especialmente las almas sedientas de la misericordia de Dios, que encuentran la fuente inacabable de la cual tomar el agua de la Vida, capaz de irrigar los desiertos del alma y de hacer reflorecer la esperanza”.

Asimismo, recordó que “la solemnidad del Sagrado Corazón es también la Jornada Mundial de la Oración para la Santificación de los Sacerdotes” y exhortó a todos los presentes a “rezar siempre por estos, para que puedan ser válidos testimonios del amor de Cristo”.

Más adelante continuó hablando sobre la Natividad de San Juan Bautista y dijo: “su fiesta nos recuerda que nuestra vida es toda y siempre ‘relativa’ a Cristo y se realiza acogiéndolo, Palabra, Luz y Esposo, del cual todos nosotros somos, voz, lámparas y amigos”.

“Dejar que el ‘yo’ de Cristo tome el lugar de nuestro ‘yo’ fue en modo ejemplar el anhelo de los Apóstoles Pedro y Pablo”, agregó el Papa.

Y recordando a la Virgen María dijo: “ha conservado las palabras de su Hijo Jesús en su corazón. Ayer hemos contemplado este Corazón inmaculado, Corazón de Madre, que continua velando con tierna solicitud sobre todos nosotros”.

Finalmente rezó el Ángelus y saludó a los diversos grupos presentes en sus respectivos idiomas.