El Papa Benedicto XVI recibió el día de hoy en audiencia a los participantes de la reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales y recordándoles su identidad destacó la inspiración evangélica y la sensibilidad eclesial que nace del vínculo con el Vicario de Cristo.
Al iniciar su discurso el Papa recordó a los presentes que “os ha guiado siempre la inspiración evangélica y una aguda sensibilidad eclesial que nace de la unión existente entre vosotros y el Sucesor de Pedro”.
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También incentivó a los participantes de la Audiencia a “continuar cultivando en los educadores y en los operadores de la caridad, la ‘formación del corazón’ para alcanzar ‘aquel encuentro con Dios en Cristo que suscite en ellos el amor y abra su alma hacia el otro, de modo que para ellos el amor del prójimo no sea más un mandamiento impuesto desde lo exterior sino una consecuencia que deriva de su fe que se convierte operante en el amor”.
Seguidamente recordó a las “Comunidades católicas Orientales” y se refirió en modo especial a las de “Tierra Santa” pues “es deseo de todos los cristianos poder encontrar siempre en la tierra que dio a luz a nuestro Redentor una viva comunidad cristiana”.
Describiendo la situación de aquellas regiones afirmó que “las graves dificultades que vive por el clima de pesante inseguridad, por la falta de trabajo, por las innumerables restricciones con la creciente pobreza que le sigue, constituyen para todos nosotros motivo de sufrimiento”.
Respondiendo a la problemática actual el Pontífice afirmó que “nuestro primer y fundamental deber es el de perseverar en una confiada oración al Señor que jamás abandona a sus hijos en la prueba”.
“A ésta –continuó– va unida una activa solicitud fraterna capaz de encontrar caminos siempre nuevos para salir al encuentro de los necesitados de aquellas poblaciones”.
Finalmente el Papa invitó a tolos los “pastores y fieles a crear cuanto antes en toda la región del Medio Oriente las condiciones de una serena y pacífica convivencia”.