El Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, Cardenal Julio Terrazas Sandoval, pidió a los bolivianos no dejarse engañar por aquellos candidatos a la Asamblea Constituyente que mienten cuando afirman que la Iglesia pide que el catolicismo sea la religión oficial del país.
Durante la Misa dominical, el Purpurado indicó que a pocos días de las elecciones a la Asamblea Constituyente, algunos candidatos afirman que de ser elegidos “van a pedir que la Iglesia no sea la religión oficial”. Recordó que los obispos “no buscamos y no peleamos por una oficialidad” e incluso, hace más de un mes, expresaron que están dispuestos a que se revise el artículo 3 de la Carta Magna, que establece la libertad de culto y reconoce el papel de la Iglesia.
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“Siguen hablando de que nosotros estuviéramos peleando por ese artículo. ¡No!. Que se revise, pero con inteligencia, con amplitud. Que no se niegue que realmente este país tiene la semilla del Reino de la justicia, de verdad que el Señor ha traído, y que es eso lo que ha acompañado su proceso histórico y es por eso que en muchas partes de Bolivia nos gloriamos de ser católicos”, señaló. Recordó que desde 1967 la Constitución no establece religión oficial alguna.
El Arzobispo afirmó que lo que la Iglesia pide es que “haya respeto” y “reconocimiento a la obra que se ha hecho”. Sin embargo, dijo que si esto no ocurriese, “el Reino (de Dios) va a seguir creciendo hasta que de frutos y nosotros vamos a trabajar para que esos frutos realmente se hagan realidad en mayor justicia, en mayor verdad, en mayor solidaridad entre todos”.
Afirmó también que “no tenemos miedo de que se haga (de Bolivia) un estado laico”. Sin embargo, denunció que quienes usan constantemente esa palabra “ocultan otras intenciones”. En ese sentido, advirtió que el laicismo pretende quitar la fe y “ordenar una Patria en la que no esté Dios presente”. Indicó que ello “vulneraría el derecho fundamental del ser humano” a expresar libremente “su amor al Dios que lo ha elegido”.
Finalmente, llamó a los católicos a permanecer en Cristo porque con su ayuda sabremos “cómo seguir caminando en este servicio a nuestro pueblo”, a los pobres y a los humildes, “para que este pueblo sea realmente liberado y no engañados o frustrados nuevamente”.