Las autoridades de la Iglesia Católica en Hong Kong consideraron un error la visita que el gobernador local, Donald Tsang, conocido católico devoto, hizo al Obispo de Kunming, Ma Yinglin, instalado sin autorización del Vaticano y posteriormente excomulgado.
Según la prensa local, la comunidad católica ha expresado su malestar por la presencia de Tsang en un servicio religioso presidido por Ma Yinglin durante una visita oficial a la provincia de Yunnan.
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El jefe ejecutivo de Hong Kong tiene la costumbre de asistir a Misa cada mañana, independientemente del lugar en el que se encuentre. Durante su estadía en Yunnan, acompañado por su esposa ocupó la primera fila de la iglesia del Sagrado Corazón de la Ciudad, y comulgó de manos de uno de los concelebrantes.
Según el Padre Lawrence Lee Len, canciller de la diócesis de Hong Kong, "fue muy inapropiada su participación en semejantes actos ilícitos".
Ma Yinglin fue ordenado obispo el pasado 30 de abril por el gobierno comunista –que regula la Asociación Patriótica Católica China como opuesta a la Iglesia Católica fiel al Papa– sin la autorización del Vaticano.
El Vaticano, que quiere restablecer relaciones con el Gobierno chino, calificó este nombramiento como una "grave violación de la libertad religiosa" y un "obstáculo al deseado diálogo".
Se calcula que en China viven unos 5,2 millones de católicos miembros de la Iglesia Patriótica y entre ocho y diez millones de católicos fieles a la Sede de Pedro.