Ante la ola de manifestaciones escolares violentas que han desconcertado al país, el Consejo Permanente del Episcopado Chileno han hecho un llamado al diálogo, a deponer acciones de fuerza y a buscar soluciones de fondo.
En el comunicado, dado a conocer este domingo, los obispos reconocen que “los chilenos y las chilenas hemos sido y somos testigos de un movimiento estudiantil que, en las últimas semanas, ha acaparado la atención y la preocupación de todo el País. Entre otras cosas, lo que está sucediendo manifiesta un profundo y sentido malestar, que hunde sus raíces en la escandalosa brecha social que afecta nuestra convivencia”.
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Los obispos invitan “a todas las partes a enfrentar con altura de miras la problemática que nos preocupa, buscando la verdad y la solución auténtica de los problemas, con una actitud de respeto y confianza entre todos los actores implicados”.
“Nos asiste la convicción que el presente y el futuro del País –agregan los prelados chilenos– dependen de la buena educación, ofrecida a todos y con igualdad de oportunidades. Esta certeza, gracias a Dios, es largamente compartida. Ella exige, sin embargo, de parte de todos, la búsqueda de la verdad y la justicia, que ayude a superar reacciones instintivas, a rechazar toda forma de violencia o de exclusión, y a priorizar recursos para la educación”.
“Es la hora del diálogo y de la confianza. A ello invitamos encarecidamente”, subraya el comunicado episcopal.
El llamado de los obispos se dirige de manera especial “a las familias, recordando que los padres son los primeros y naturales responsables de la educación de sus hijos”.
Los obispos invocan finalmente al Espíritu Santo en la fiesta de Pentecostés, para que “nos ayude también a reconocernos en el único lenguaje de la acogida y de la fraternidad, para caminar juntos hacia la paz y el progreso verdadero”.
Los escolares que han protagonizado actos violentos reclaman del gobierno transporte público gratuito y exenciones de pago para los exámenes de ingreso a la universidad y la derogación de todas las leyes de educación promulgadas durante el gobierno de Augusto Pinochet.
Las negociaciones entre el Gobierno y los estudiantes terminaron, el viernes, sin acuerdo.
Aunque la Presidenta Bachelet ha prometido reducir el precio de los pasajes de transporte estudiantil, rechazó las exigencias de transporte público gratuito, señalando que es demasiado costoso.