Hacia el fin del rezo de las Vísperas por la Solemnidad de Pentecostés, en el marco del encuentro de los Movimientos Eclesiales y las Nuevas comunidades con el Papa Benedicto XVI, Don Luis Fernando Figari, Fundador del Movimiento de Vida Cristiana, se dirgió al Papa Benedicto XVI señalando que la pluralidad en la Iglesia contribuye a anunciar a Cristo desde la comunión.
Al iniciar su intervención, Luis Fernando Figari, marcó el hilo conductor de esta, que sería “aquel bello pasaje de la escritura que dice estoy a la puerta y llamo y si alguno entra y me abre entrare en su casa y cenare con él”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
“Se descubre –dijo sobre tal pasaje bíblico- una finalidad escatológica pero su dinámica empieza aquí, en esta tierra con el llamado de Jesús. Oíd y abrid al Señor es encontrarse con Él, es guardar su palabra, es hacer participe de su amor transformante. Quien responde según lo que dice la virgen Maria en Caná, ‘Haced lo que el os diga, escucha y obedece a Cristo, se abre también al padre quien pone su morada en Él”.
Más adelante, siempre dirigiéndose al Pontífice ante los miles de cientos de miembros de movimientos presentes en la Plaza, que “el Verbo eterno hecho hombre en la Inmaculada Virgen María para redimir a los hombres, viene al encuentro de cada uno para introducirnos en el maravilloso regalo de la reconciliación, con Dios, con uno mismo, con el prójimo, con la creación toda”.
“Él –continuó diciendo sobre el Señor Jesús- hace manifiesta nuestra identidad mas profunda y responde a las preguntas más acuciantes que se hace el ser humano”.
Sobre el nacimiento de los movimientos eclesiales y nuevas comunidades agregó que aquel “Espíritu que cubrió a la Virgen en la anunciación-encarnación, aquel que con la manifestación de ardientes lenguas de fuego toco las mentes y los corazones en Pentecostés, es el mismo que ha suscitado en este tiempo una ola de movimientos eclesiales y otras comunidades para vivir la vida cristiana, para anunciar al mundo que Cristo es real, que reconcilia al hombre, que le muestra su identidad y lo invita al amor y a la comunión”.
“Es Dios que viene en auxilio de los seres humanos y como en tantas otras ocasiones en nuestra historia eclesial suscita en el seno de la iglesia movimientos que mostrando la riquísima pluralidad eclesial contribuyen desde la comunión, con Pedro y bajo Pedro, a la gran misión de la iglesia, anunciar al Señor Jesús al mundo, invitándola a la transformación de hombre y de las realidades terrenas según el divino plan”.
Terminando su intervención, Figari se dirigió al Santo Padre diciendo: “Beatísimo Padre, con inmensa gratitud por sus muy apreciadas enseñanzas y por su aliento tan entusiasta los integrantes de los movimientos eclesiales y de las nuevas comunidades hemos de sentirnos, a pesar de nuestra fragilidad, impulsados a un mayor compromiso en la nueva evangelización, avivando el ímpetu por la coherencia y el ardor testimonial en la iglesia, buscando nuevos y audaces métodos y expresiones para anunciar a Cristo y sus enseñanzas, desde la experiencia de quien ha escuchado su llamado, a oído su voz y se ha abierto a Él en un encuentro vital, dando testimonio según nos sea concedido con el espíritu de la fe, la esperanza y la caridad, hasta los confines de la tierra y en todas las realidades de la humanidad”.