Gran cantidad de críticas ha suscitado el estreno de la película El Código Da Vinci, basada en la novela de Dan Brown, durante la apertura del festival de cine de Cannes en Francia.
Según informa Associated Press (AP), "las reacciones variaban entre una mediana admiración y el aburrimiento completo", incluso "la risa se oyó en toda la sala", casi al final de la película cuando el personaje de Tom Hanks hace una "gran" revelación, en lo que debió haber sido un momento de gran seriedad.
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"No es un buen signo para una película que un momento importante resulte ser tan gracioso", escribió Stephen Schaefer, del Boston Herald. Para la agencia Newsfile, la risa general fue algo que Ron Howard "no podría haber anticipado". Además de las risas, algunos incluso abandonaron la sala en los minutos finales y ni siquiera "hubieron los tímidos aplausos que hasta las malas películas reciben en Cannes", señala AP.
"Mirando las explicaciones abundantes y las especulaciones sobre símbolos, códigos, cultos secretos e historia religiosa, y mensajes secretos en obras de arte, es difícil entender, incluso si la novela no existiese, que un guión de este tipo haya sido considerado por un estudio de Hollywood", escribe Todd McCarthy de la revista Variety.
The Hollywood Reporter tiene una opinión similar: "La película está tan plagada de diálogos sobre asuntos mitológicos e históricos y las escenas son tan estáticas que incluso el movimiento de la cámara no puede disfrazar la inercia dramática". En opinión de Christy Lemire, crítica de cine de AP, "no importa que tan buen actor sea Hanks, no puede hacer milagros cuando no tiene con qué".
CNN también informó que, aparte de la risa general, los críticos hablaban durante las escenas finales. "No hubieron aplausos cuando aparecieron los créditos, en vez de eso algunos abucheos y silbidos rompieron el silencio".