En conferencia de prensa, los obispos belgas reafirmaron su solidaridad con los indocumentados que ocupan las iglesias en el país y expresaron su esperanza de una pronta solución a este problema.
Los prelados indican que “el problema de los refugiados es un asunto crucial en nuestra sociedad. Los obispos reafirmamos nuestra solidaridad con ellos y la esperanza por una adecuada solución para el problema”.
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Asimismo, indicaron que “entienden que algunos de estos indocumentados hayan recurrido a ocupar las iglesias para que más gente atienda el problema” y afirmaron que “no aceptaremos ser manipulados por ninguna de las partes involucradas”.
“En ningún caso los obispos admitimos las huelgas de hambre en las iglesias como medio de presión”, señalaron y recordaron que “las iglesias no son lo más adecuado para tal tipo de acciones. Por lo tanto es preferible que los pastores proporcionemos otros espacios disponibles para acoger a estas personas”.
Asimismo, declararon que “la normalización de la situación de los inmigrantes indocumentados es, por encima de todo, un asunto político. Por ellos se requiere una respuesta política. Los obispos comprendemos que es un asunto de no fácil manejo”.