En una entrevista concedida a la asociación internacional Ayuda a la Iglesia que Sufre, el Arzobispo de Jartum, Cardenal Gabriel Zubeir Wako, advirtió que "la paz en Sudán es realmente frágil", porque aún no existe una verdadera relación de confianza entre los habitantes sureños y norteños de ese país.
"La paz no funcionará sin reconciliación. Hay que hacer un gran esfuerzo por cimentar la confianza entre la gente y pedir a los que no la merecen que asuman más responsabilidad si quieren un país pacífico", indicó el Purpurado.
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Recordando el papel que la Iglesia Católica tuvo en la reconstrucción del país tras el acuerdo de paz alcanzado en enero de 2005, el Cardenal Zubeir instó a los sudaneses a "confiar en la Iglesia y en sus obispos, porque es ahí donde siempre tendrán la seguridad de encontrar refugio, apoyo y ayuda ante la violencia".
Añadió que "cuanto más recemos por la paz desde el corazón, tantas más oportunidades tendremos de que ésta sea una auténtica realidad en Sudán".