El P. Alain Mattheeuws declaró que congelar embriones constituye "una ofensa al respeto que se le debe al ser humano al exponérsele a riesgos graves como la muerte", en una reciente entrevista concedida al Instituto Europeo de Bioética..
El P. Mattheeuws indicó que "es moralmente ilícito" congelar a los embriones. "Debemos preguntarnos si tenemos derecho a ponerles en esta prisión fría" añadió. También precisó que tenemos que "reconocer la verdad de la naturaleza ilícita de este tipo de cosas con respecto a quienes las realizan. Y tenemos que hacerlo para informar sus conciencias, tenemos que proteger su dignidad con amor y respeto".
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Luego de explicar que los padres de los embriones tienen un primer derecho, pero no un derecho absoluto para firmar un papel en el que los ceden por completo, subrayó que es "natural y moralmente bueno que esos padres se encarguen de los embriones", sus hijos.
Asimismo, manifestó que "está en sus manos evitar que se agregue un mal a otro: crear un excedente de embriones y congelarlos ya es un mal, mantenerlos en este estado es otro. Decidir que sean material de investigación también es un mal. Los padres deben estar vigilantes para proteger la dignidad de los niños embrionarios congelados. Su conexión con estos niños no puede ser disuelta".
El sacerdote enfatizó la necesidad de la responsabilidad conyugal y subrayó el "lazo indisoluble entre las dos dimensiones del acto conyugal. Esta es una exigencia moral y espiritual no siempre se vive o entiende al recibir a un nuevo niño".
"La maternidad -prosiguió- involucra al cuerpo, no sólo al momento del acto conyugal sino durante el embarazo, el parto y la educación. La paternidad, por su parte, está igualmente asociada a este proceso en virtud del acto conyugal".
Finalmente, el experto jesuita señaló que "queda en nosotros hacer lo mejor posible, tomando responsabilidad por la absurda condición en la que estos embriones congelados se encuentran".
El P. Alain Mattheeuws es jesuita y tiene un doctorado en Teología Moral y Sacramental del Institut Catholique de Toulouse. Actualmente enseña en el Institut d’Etudes Théologiques de Bruselas. Fue invitado como experto al Sínodo de los Obispos de 2005.