En un mensaje dirigido a los participantes de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, reunidos desde hoy para abordar el tema “¿Juventud que desaparece? Solidaridad con los niños y los jóvenes en una época turbulenta”, el Papa Benedicto XVI señaló que la caída de la natalidad es consecuencia de una crisis de amor.
En la carta, el Pontífice afirma que hoy existen “dos tendencias significativas e interrelacionadas: por un lado, un incremento de la esperanza de vida, y por otro, una disminución de los índices de natalidad”.
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“Esta situación es el resultado de una serie de causas múltiples y complejas”, cuyas “razones últimas son morales y espirituales; están relacionadas con una preocupante pérdida de fe, de esperanza y de amor”, dice el Santo Padre.
“Quizá la falta de un amor creativo y abierto a la esperanza es el motivo por el que muchas parejas no se casan, o explica porqué fracasan tantos matrimonios y porqué los índices de natalidad han disminuido notablemente”, agrega la carta.
El Santo Padre pone de relieve que los niños y los jóvenes, “a menudo, en vez de sentir cariño y de sentirse amados, son simplemente tolerados. En una ‘época de turbulencia’, no encuentran guías morales adecuados en el mundo de los adultos” y muchos “crecen en una sociedad que olvida a Dios y la dignidad innata de la persona humana creada a imagen y semejanza de Dios”.
“En un mundo caracterizado por procesos de globalización cada vez más rápidos –agrega la carta del Pontífice–, están expuestos únicamente a una visión materialista del universo, de la vida y de la realización humana”.
Benedicto XVI señala luego que los padres, educadores y responsables de la sociedad “no pueden renunciar a su responsabilidad de inculcar en los niños y en los jóvenes el deber de elegir un proyecto de vida dirigido a la felicidad auténtica, capaz de distinguir entre la verdad y la mentira, el bien y el mal, la justicia y la injusticia, el mundo real y el mundo de la ‘realidad virtual’”.
El Papa anima a los participantes en la plenaria a afrontar en los próximos días el tema de la libertad interior, “condición para un auténtico crecimiento humano”, ya que, dice, “si no existe o si se pone en peligro, los jóvenes experimentan la frustración y son incapaces de luchar con generosidad por los ideales que plasman sus vidas como individuos y miembros de la sociedad”.