El jefe de la Sección de Iberoamérica II de la agencia Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), Ulrich Kny, expresó su preocupación por la masiva y creciente presencia e influencia de las sectas protestantes en la región amazónica oriental de Brasil.
El funcionario de AIS señaló a su regreso de un viaje a Brasil, que "una de las sectas ha construido alrededor de 300 lugares de culto en la región durante la época de Carnaval de este año", y añadió que "algunos miembros de las sectas ocupan altos cargos en la vida pública y ejercen una enorme presión política con el fin de mantener alejados a los católicos de los cargos públicos".
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Kny explicó también que "en algunos barrios de Belem, la metrópolis regional, los seguidores de las sectas representan hasta el 80 por ciento de la población. A menudo, el éxito de las sectas es por falta de infraestructura y personal eclesiales. Otra razón es la extendida ignorancia religiosa; cuanto menos saben los católicos sobre su fe, tanto más fácilmente acaban siendo víctimas de las sectas, el sincretismo y los cultos afro-brasileños".
Destacó la necesidad de una sólida formación religiosa del laicado, para lo que "publicaciones de AIS, tales como la Biblia del Niño o el Pequeño Catecismo son excelentes herramientas".