Los obispos mexicanos exhortaron a los feligreses a abrazar la cruz que toca a cada uno y que muchas veces es no deseada, como “una oportunidad de encontrarnos con Dios” y con los demás.
En su mensaje por Semana Santa, la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) recordó que en estos días “celebramos el punto culminante, pero al mismo tiempo fundamental de la fe cristiana”, que es la Resurrección del Señor.
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El texto reconoce que muchas veces nos toca “abrazar una cruz que no queríamos o que nunca nos imaginábamos”. Sin embargo, explica que “abrazar una cruz significa asumir una actitud positiva y de esperanza ante cualquier situación adversa, al menos en la apariencia que nos da esa situación en un principio”.
Añade el mensaje episcopal que este tipo de experiencias se vuelven fecundas y hacen madurar a una persona cuando la asume con la actitud de Cristo: “Padre, no te pido que me apartes de este cáliz conforme a mi voluntad, sino que se haga la Tuya”. Esto, indica, le permitió recibir “la fortaleza” que necesitaba “para asumir la muerte y la muerte más ignominiosa que era la muerte de ser crucificado”.
“En esa línea es la invitación que nos hace la Iglesia en estos días de Semana Santa: mirar siempre todas las adversidades, problemas, situaciones difíciles, no como un callejón sin salida, sino como una oportunidad de encontrarnos con Dios y de encontrarnos con los demás”, finaliza el documento.