Al conmemorarse el Día Mundial de la Salud mañana viernes 7 de abril y la Pascua del Enfermo, la Comisión Episcopal de Pastoral de la Conferencia Episcopal Española emitió un comunicado en el que afirman que “el acompañamiento del enfermo implica ayudarle a encontrarse con Dios”.
En la misiva, los prelados recuerdan que “pasar por la experiencia de la enfermedad, de la propia limitación y fragilidad” coloca al hombre en situación de necesidad que “reclama atención integral, una entrañable atención personal”. “Es aquí, en esta situación en la que el ser humano anhela ser cuidado y dignamente acompañado, en la que la Iglesia ha vivido su historia haciendo camino con el hombre, siendo sacramento de la presencia salvífica de Dios en la humanidad dolorida”, precisan.
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Luego los obispos destacan la figura del buen samaritano, como aquel que Jesús presenta y “cuyo corazón ve dónde se necesita amor y actúa en consecuencia”. “El enfermo –prosiguen– es un documento irrepetible del sufrimiento, si cerca de él nos dejamos guiar por el corazón y miramos en profundidad su misterio, que es el misterio de cada ser humano en su conjunto, nuestra conciencia tomará una actitud de mayor responsabilidad”.
“Sentir compasión –sufrir con– es dejarse afectar por el dolor del otro. Afectados por el dolor ajeno, sentiremos compasión y nuestra humildad se transformará en solidaridad, primer requisito para realizar nuestro servicio con amor” añaden los obispos españoles.
Seguidamente, el comunicado subraya el papel de los agentes de pastoral de la salud, a quienes llama “comunicadores de esperanza, consuelo y misericordia”.
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