Una mujer británica de 31 años, Sarah Peck, pospuso el tratamiento de la leucemia que la afectaba para así permitir que naciera su tercera hija. Así lo decidió la joven madre al enterarse, al mismo tiempo en 2004, que estaba embarazada y que tenía leucemia mieloide crónica.
Según informa el sitio pro-vida LifeSiteNews.com, Peck indicó que también ayudo su hematólogo, quien la apoyó para continuar con el embarazo y olvidarse del aborto. Sin embargo, ella y su esposo fueron advertidos de las posibles complicaciones que se suscitarían por posponer el tratamiento de Sarah. Así se los precisó el Dr. Simon Rule, un hematólgo del Plymouth's Derriford Hospital, quien afirmó que “si pospones el tratamiento, el riesgo es que se puede agudizar la enfermedad en cualquier momento”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Luego del nacimiento de Charlotte, el 19 de marzo de 2005, Sarah recibió un tratamiento a base de células estaminales extraídas de la médula espinal de su hermana Vicky. Esta semana, al celebrar el primer cumpleaños de Charlotte, le contaron a Sarah que estaba entre las finalistas para recibir el premio de Madre del Año.