Ante las recientes declaraciones del Presidente uruguayo Tabaré Vásquez en las que se opuso a la posibilidad de legalizar el aborto en el país, la Comisión Arquidiocesana de Bioética de Montevideo manifestó su apoyo al mandatario a través de un comunicado con argumentos que sustentan la defensa de la vida.
La comisión explica que el aborto no es una cuestión de credos o de creencias religiosas, lo que no impide que "distintas religiones se hayan pronunciado a favor del respeto por la vida desde la concepción hasta la muerte natural en atención a una concepción antropológica que, en nuestro caso, es coherente con la Revelación y el Magisterio de la Iglesia Católica”.
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Seguidamente recuerda que “el Presidente no hace más que actuar como defensor de los valores esenciales consagrados en nuestra Constitución que refieren a la protección de la vida humana y especialmente la de los más débiles e indefensos” y que “como médico y como máxima autoridad pública, el presidente Tabaré Vázquez ha asumido verdades incuestionables: la vida humana comienza desde el momento de la concepción y desde entonces debe ser protegida contra cualquier tipo de agresión, ya sea mecánica, quirúrgica o química”.
“Es también destacable –prosigue– que como médico no haya olvidado los compromisos del juramento hipocrático: más allá de todo lo que se pueda hacer a favor de la defensa de los derechos de la mujer, lo primero es no hacer daño a sus hijos, defendiendo sus derechos de madre”.
Luego de expresar su respaldo a “una actitud clara y valiente”, la Comisión destaca que “el pleno desarrollo de los seres humanos, más allá de cualquier dificultad, es siempre incompatible con el homicidio” y resalta que “la legítima preocupación por la eventual pobreza de las madres y de sus hijos al nacer no justifica como solución la destrucción de vidas humanas sino que, por el contrario, nos impone el deber de buscar soluciones legislativas tendientes a promocionar a la mujer embarazada y a su familia contemplando, entre otros, los aspectos de vivienda, educación, laborales y de seguridad social”.
respetar los derechos humanos