El Canciller de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, Mons. Marcelo Sánchez Sorondo, advirtió que preocupa a la Santa Sede la posible aprobación en el Senado estadounidense de la ley Sensenbrenner, que propone la construcción del muro fronterizo y coloca a los inmigrantes ilegales en la categoría de delincuentes, además de castigar a quienes los ayuden.
En declaraciones a la prensa, el Prelado recordó que “todos los pueblos han sido migrantes” y que la migración es “una de las características de la globalización”.
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Asimismo, defendió la libertad y el derecho a movilizarse que tienen los 400 millones de migrantes que hay en el mundo. Advirtió que cerrarles las puertas va “contra el orden natural (y) contra el orden cristiano”.
Aclaró que no es su objetivo hacer “una declaración contra una ley”, pero recordó que “el hombre tiene derecho a emigrar y las comunidades y los pueblos tienen derecho a recibir a los que emigran y derecho a establecer ciertas reglas”.