Los obispos de Bilbao, San Sebastián y Vitoria, Ricardo Blázquez y su Auxiliar Carmelo Echenagusia, Juan María Uriarte y Miguel Asurmendi respectivamente, han recibido “con verdadera esperanza la noticia del alto el fuego permanente anunciado por ETA”.
Así lo dieron a conocer este miércoles a través de una nota los cuatro prelados de las diócesis del País Vasco tras el anuncio de la banda terrorista Euskadi Ta Askatasuna (ETA) de un “alto al fuego permanente” cuyo objetivo sería “impulsar un proceso democrático en Euskal Herria".
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“En la medida en que este anuncio vaya a suponer una renuncia definitiva a la violencia, experimentamos junto con nuestra sociedad una sensación de alivio y una expectativa de que éste pueda ser un paso importante en el camino hacia una plena pacificación y reconciliación de nuestra sociedad”.
En el comunicado, los obispos vascos señalan que “a pesar de que intentos anteriores de pacificación no han llegado a dar el fruto deseado”, ven la nueva situación como “oportunidad de construir la convivencia social entre todos desde la pluralidad legítima y democrática”. Por ello, piden a los ciudadanos contribuir a “crear un clima social en el que se aleje definitivamente de nuestras relaciones el recurso a la violencia”.
Ante estos intentos de pacificación que no fructificaron, los obispos indican que los políticos tienen en sus manos una especial responsabilidad. Ellos, dicen en la nota, “tienen en sus manos la especial responsabilidad de conducir la construcción democrática de una sociedad justa y en paz para todos, respetando las legítimas diferencias. Pueden contar en esta noble tarea con nuestro respeto y nuestro apoyo”.