El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, llamó a los feligreses a mirar a los hombres con los ojos de Cristo, que “se compadecía de ellos”, para lograr su desarrollo integral.
Durante su alocución en el programa “Claves para un mundo mejor”, el Prelado se remitió al mensaje cuaresmal del Papa Benedicto XVI para explicar la relación entre misericordia y desarrollo.
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“Nos dice el Papa que para promover un desarrollo integral es necesario que nuestra mirada sobre el hombre se asemeje a la de Cristo. El Evangelio nos dice que al ver Jesús a la gente ‘se compadecía de ellos’. Esto es que nosotros también podamos asumir esa mirada de Cristo”, señaló el Arzobispo.
Mons. Aguer recordó que la primera contribución de la Iglesia a la humanidad es el anuncio “de la verdad de Cristo”, de “la verdad integral acerca del hombre” y “las condiciones de un auténtico desarrollo”.
Para el Papa, explicó, “la misericordia es la barrera contra el mal”, la indiferencia y el egoísmo. Advirtió que “ningún proyecto económico, social o político puede sustituir el don de uno mismo a los demás en el que se expresa la caridad”.
En ese sentido, recordó que cuando todavía no se hablaba de desarrollo, “la Iglesia estaba en el tejido de los pueblos promoviendo el auténtico crecimiento de la persona humana y de las comunidades humanas”. Así, explicó el Prelado, la mirada misericordiosa de Cristo y el ejercicio de la caridad son fundamentales.
Añadió que el desarrollo integral debe dar cabida a los auténticos valores espirituales y religiosos, “pues no se trata de subvenir a las necesidades más urgentes y materiales, sino a la plenitud y a la perfecta maduración del hombre en su dimensión individual y social”.
Finalmente, Mons. Aguer invitó al anuncio del Evangelio al destacar la frase que Benedicto XVI citó de la Madre Teresa de Calcuta: “La primera pobreza de los pueblos es no conocer a Cristo”.