Durante un diálogo sostenido con ACI Prensa en Bogotá, en el marco del encuentro Latinoamericano de Movimientos y Asociaciones Eclesiales organizado por el CELAM, el Presidente de este organismo, Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, destacó el papel decisivo de los movimientos en la “nueva primavera” que vive la Iglesia en la región.
El Purpurado chileno señaló que durante la reunión realizada en la capital colombiana “estamos palpando una primavera de la Iglesia, esa gran siembra de gérmenes de vida, de santidad, de apostolado que ha regalado el Espíritu Santo a la Iglesia en nuestro tiempo y que ha llegado a nuestro continente de otras partes pero que también ha nacido en nuestro continente”.
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El Cardenal Errázuriz señaló que en el encuentro, que concluyó este domingo, participaron “los obispos que siguen los movimientos apostólicos de los distintos países de América Latina y que quieren escuchar, quieren acoger, quieren enriquecerse con estas iniciativas de Dios”.
Hacia la V Conferencia
El encuentro “es especialmente importante porque estamos preparando la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y el tema que nos entregó precisamente el Papa es el de ‘Discípulos y Misioneros de Cristo para que nuestros pueblos en Él tengan Vida’”. “Si uno se acerca a los movimientos es claro que hay vida y es claro que hay una vida que es una vida muy latinoamericana y lleva la impronta de nuestra gente, de nuestra cultura”, explicó el también Arzobispo de Santiago.
Según explicó el Cardenal Errázuriz, “lo que se puede encontrar en los movimientos, es que son muchísimas las personas para las cuales existe un antes y un después, muchas las que estaban lejos de la fe en ambientes en que no estaban en contacto con la Iglesia Católica, en las cuales se produjo esa conversión por haberse encontrado con Jesucristo”.
“Yo creo que eso es algo común –continuó–. Son diferentes las maneras. Muchos movimientos tienen una impronta pedagógica fuerte. Muchas veces es el encuentro del miembro del movimiento o de la comunidad con una persona, o más bien dicho el encuentro de la persona con ellos. En otros movimientos se basan en el gran sustrato católico de los pueblos de Latinoamérica. Sobre todo por ejemplo en su piedad mariana y abren nuevos caminos de encuentro con Jesucristo a partir del gran cariño inmenso que existe en nuestro pueblo a la Virgen. Existen también otros movimientos que centran su trabajo pastoral en el cultivo de la lectio divina: poder acercarse a las Escrituras, escuchar al Señor, tener un encuentro con Él”.
“Los jóvenes –explicó también el Presidente del CELAM– cuando se encuentran con los movimientos, se abren en ellos la esperanza, se enriquece su vida, el ardor interior con el cual están viviendo su fe crece extraordinariamente”.
la capacidad de compartir esa fe emprender acciones misioneras