El Arzobispo de Barcelona, Mons. Lluís Martínez Sistach, recordó la sacralidad de la vida humana y rechazó el documento del Comité Consultivo de Bioética de Cataluña, que apoya la despenalización de la eutanasia.
En su carta semanal, Palabra y Vida, el Prelado explicó que “el derecho a la vida es anterior al Estado” y por ello éste no tiene potestad para manipularla.
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“Se ha escrito que la eutanasia no resuelve los problemas del enfermo, sino que lo que hace es destruir la persona que tiene los problemas”, advierte el Arzobispo. Añadió que esta práctica no es un progreso sino “un paso que abre las puertas a muchas otras consecuencias gravísimas”.
En ese sentido, afirmó que “la alternativa a la legalización de la eutanasia es garantizar el acceso de los enfermos terminales a las curas paliativas, como pidió la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa en junio de 1999”. Estas medidas, indicó, asegurarán “al enfermo un acompañamiento humano adecuado”.
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