Con ocasión de la visita de un grupo de alumnos del Colegio teológico de la Diaconía Apostólica de la Iglesia Ortodoxa de Grecia, el Papa Benedicto XVI ofreció un mensaje en el que calificó de “signo alentador” el desarrollo positivo de las relaciones entre la Iglesia de Roma y la Iglesia Ortodoxa de Grecia e hizo un llamado a afrontar juntos los desafíos que amenazan la fe, cultivar el “humus” espiritual que ha nutrido a Europa por siglos y reafirmar los valores cristianos.
En un mensaje que les fue entregado a los alumnos ortodoxos al final de la audiencia celebrada este mediodía, el Santo Padre señaló que “para nosotros cristianos de Oriente y de Occidente, al inicio del segundo milenio las fuerzas del mal han actuado también en las divisiones que siguen perdurando entre nosotros. Sin embargo, en los últimos 40 años, muchos signos consoladores y llenos de esperanza nos han permitido entrever una nueva aurora, la del día en el que comprenderemos plenamente que estar enraizados y fundados en la caridad de Cristo significa encontrar concretamente un camino para superar nuestras divisiones por medio de una conversión personal y comunitaria, la escucha de los demás y la oración en común por nuestra unidad".
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Según el Papa, uno de estos signos alentadores es el desarrollo positivo de las relaciones entre la Iglesia de Roma y la Iglesia ortodoxa de Grecia. Tras el encuentro entre Juan Pablo II y Su Beatitud Christodoulos, Arzobispo de Atenas y de toda Grecia, en el areópago (2001), "ha habido varias iniciativas útiles para conocernos más de cerca y favorecer la formación de las generaciones más jóvenes".
El Papa aseguró que "la caridad recíproca alimentará nuestra inventiva y nos permitirá recorrer nuevas vías. Debemos afrontar los desafíos que amenazan la fe, cultivar el "humus" espiritual que ha nutrido durante siglos Europa, reafirmar los valores cristianos, promover la paz y el encuentro, también en las condiciones más difíciles”.