En su mensaje anual por la Cuaresma, el Obispo de Cádiz y Ceuta, Mons Antonio Ceballos Atienza, recordó que “la negación de Dios termina, tarde o temprano, con la negación del hombre mismo” al tiempo que los exhortó a tener entrañas de misericordia y amor.
Según informó la agencia AVAN, Mons. Ceballos recordó a los fieles que en su mensaje cuaresmal “el Papa Benedicto XVI llama la atención sobre una realidad muy debatida en el momento actual: el problema del desarrollo. Y nos invita a tener como Jesús un corazón capaz de compadecerse: ‘Al ver Jesús a las gentes se compadecía de ellas’ (Mt 9,36)”.
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En relación al tema de la promoción del desarrollo integral del que habla el Santo Padre en su mensaje cuaresmal, Mons Ceballos Atienza señaló que “es necesario que nuestra 'mirada' sobre el hombre se asemeje a la de Cristo, pues el cristiano no puede permanecer indiferente ante esta situación".
Asimismo, el Prelado recordó que “la oración y el ayuno en la cuaresma es una parte de la rica tradición cristiana que propone la Iglesia para conformarnos con esa 'mirada' compasiva. Cumplir con la intención profunda del ayuno cuaresmal nos tiene que llevar a poder dar de lo superfluo propio a los que carezcan de lo necesario". "A veces, se gasta y se derrocha, como si no existieran los pobres y el hambre en el mundo” anotó.
La negación de Dios termina, tarde o temprano, con la negación del hombre mismo la primera pobreza de los pueblos es no conocer a Cristo