El Arzobispo de Pamplona, Mons. Fernando Sebastián, afirmó que la nueva Ley de Técnicas de Reproducción Humana Asistida es “cruel, discriminatoria y totalitaria”, porque juega con la dignidad de los embriones y reduce a “la condición de cobayas humanas” a los que serán usados para experimentación.
El Prelado llamó a poner fin a las ambigüedades y reconocer que el embrión es “un ser nuevo, que tiene en sí unidad, proyecto genético y dinamismo vital”; y no “un simple grupo de células, como dice la ley”.
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Mons. Sebastián indicó que sólo reconociendo su dignidad se evitará que el ser humano sea manipulado en su estadío embrionario. Sin embargo, lamentó que las autoridades se hayan tomado la potestad de decidir “sobre la vida y la muerte de miles de seres humanos”.
En ese sentido, denunció la “mentalidad profundamente amoral” de los legisladores, quienes, entre otras cosas, han autorizado “la producción de embriones humanos por clonación con el fin de poder obtener células madre o incluso niños compatibles que luego puedan dar órganos para sus hermanos o familiares enfermos”.
“La malicia radical de estas prácticas consiste en atribuirse la capacidad de producir seres humanos artificialmente con un fin utilitario y condenar a la muerte a los que no sirvan para los fines deseados”, señaló. Tras indicar que esta forma de actuar es propia de “una visión de la vida radicalmente atea”, el Arzobispo de Pamplona recordó a los congresistas que su obligación es “legislar para favorecer la convivencia” y el bien de todos, pero no “para disponer de la vida o de la muerte de ningún ser humano”.
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