Al cumplirse mañana el primer aniversario del tránsito a la Casa del Padre de Mons. Luigi Giussani, el Papa Benedicto XVI resaltó la fidelidad, entrega y virtudes del fundador del Movimiento Comunión y Liberación (CL), y agradeció a Dios por el don de un sacerdote “enamorado del ser humano porque estaba enamorado de Cristo".
En una carta hecha pública hoy, dirigida a don Julián Carrón, sucesor de Mons. Giussani en la conducción de CL, el Santo Padre recordó al sacerdote italiano como "padre y maestro de tantos jóvenes, a los que ha indicado a Cristo como el centro de su existencia" y dio las gracias a Dios "por el don de un sacerdote tan entregado, enamorado del ser humano porque estaba enamorado de Cristo".
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"Recuerdo con emoción la solemne celebración de su funeral en la catedral de Milán, en la que pude constatar una vez más la estima y el aprecio que durante su fecunda existencia supo suscitar en torno a su persona, a su enseñanza y a su obra apostólica", señaló el Papa en su misiva.
"Como subrayé durante las exequias –continúa el Papa– del querido don Giussani, llamaban la atención sobre todo la sólida fidelidad a Cristo y el esfuerzo incesante por comunicar las riquezas del mensaje evangélico a todas las categorías sociales".
Más adelante, el Santo Padre pidió a sus hijos espirituales que sigan las huellas y enseñanzas de don Giussani, y que estén "siempre en comunión con los obispos y las demás autoridades eclesiásticas”.
“Aseguro mi oración –concluye Benedicto XVI– pidiendo al Señor que Comunión y Liberación pueda servir a la causa del Evangelio en la alegría, prosiguiendo con la obra iniciada por su venerado fundador".