En la ciudad de Adelaida se ultiman los detalles para la celebración de la 14ª Jornada Mundial del Enfermo (JME), que se desarrollará el próximo 11 de febrero bajo el tema “Salud mental y dignidad humana”.
El Papa Benedicto XVI eligió la ciudad como sede de la JME y en días pasados explicó que en esta ocasión "la Iglesia desea inclinarse con particular solicitud sobre las personas que sufren, llamando la atención de la opinión pública sobre los problemas ligados con la dificultad mental, que afecta a un quinto de la humanidad y constituye una real y verdadera emergencia socio-sanitaria".
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El Arzobispo de Adelaida, Mons. Philip Wilson, envió a los fieles una carta pastoral en la que recuerda que “el tema de la Jornada expresa nuestra profunda convicción del valor supremo de la vida humana y del respeto debido a cada persona, independientemente de su estado de salud. Es una oportunidad para reflexionar sobre la presencia de Dios en cada uno de nosotros. Representa también una ocasión, ofrecida a cuantos trabajan en el campo de la pastoral sanitaria, para reflexionar sobre el propio trabajo, que puede ser vivido como continuación de la misión curativa de Jesús”.
El enviado de la Santa Sede es el Cardenal Javier Lozano Barragán, Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, quien luego de su llegada a esta ciudad visitó a los pacientes del hospital católico “Calvary Health Care”. Intervendrá luego en un Simposio organizado por la Iglesia local para reflexionar sobre el tema de la JME, dando inicio a las actividades que concluirán con la Misa que presidirá en la Catedral dedicada a San Francisco Javier.
Indulgencia plenaria
El Papa concederá la indulgencia plenaria a los enfermos, a sus cuidadores y a todos los fieles que participen en alguna de las ceremonias previstas, lo mismo que a las personas que ayuden a los enfermos, o a los que recen por estos, según lo establecido en el decreto de la Penitenciaría Apostólica.
Según el documento, "se concederá indulgencia plenaria a los fieles que, con las condiciones habituales –confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa– y con ánimo alejado de cualquier pecado", participen en la ceremonia en la catedral de Adelaida o en otro lugar establecido por la autoridad eclesiástica en cualquier ceremonia sacra celebrada para implorar a Dios por los objetivos de la JME.
Asimismo, añade que también se concederá a "todos los fieles que en los hospitales públicos o en casas privadas ayudan caritativamente como ‘buenos samaritanos’ a los enfermos, especialmente a aquellos que por problemas mentales requieren más paciencia, diligencia y atención, y que, por causa de su servicio, no puedan participar en las ceremonias indicadas", así como a los que "en ese día prestan generosamente, al menos por unas horas, su ayuda caritativa a los enfermos”. También obtendrán la misma indulgencia plenaria los fieles que "por enfermedad, edad avanzada o razones parecidas, no puedan tomar parte en la ceremonias indicadas".
La Indulgencia parcial recen con corazón contrito en ayuda de los enfermos