En un acto considerado histórico, el Poder Judicial, apoyado por las autoridades de la Iglesia en el país, destruyó frente a la Catedral Metropolitana un lote de 501 armas incautadas a delincuentes desde 1982.
La quema de armas se realizó en presencia del Arzobispo de Guatemala, Cardenal Rodolfo Quezada Toruño; del Vicepresidente del país, Eduardo Stein y la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Beatriz de León.
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Es la primera vez que se realiza una actividad de este tipo como parte de las labores de la Comisión Nacional para la Erradicación de Armas Ilegales.
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