Al medio día de hoy el Papa Benedicto XVI recibió a los miembros del Tribunal de la Rota Romana con ocasión de la inauguración del Año judicial, y reflexionando sobre las causas de nulidad matrimonial recordó que el amor por la verdad debe ser el punto fundamental de encuentro entre el derecho y la pastoral.
La audiencia tuvo lugar en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, y en sus palabras iniciales, el Santo Padre, destacó que “la mayor contribución de la Instrucción Dignitas connubii consiste en indicar en qué medida y modo deben ser aplicadas en las causas de nulidad matrimonial las normas contenidas en los cánones relativos al juicio contencioso ordinario, en observancia de las normas especiales dictadas para las causas sobre el estado de las personas y por aquellas del bien público”.
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Recordando el Sínodo sobre la Eucaristía, y la mencionada Instrucción, el Papa explicó que no hay contraposición entre el derecho y la pastoral, e indicó que el amor por la verdad es “aquello que representa el fundamental punto de encuentro entre derecho y pastoral".
“El proceso canónico de nulidad del matrimonio –dijo– constituye esencialmente un instrumento para comprobar la verdad del vínculo conyugal. Su fin constitutivo no es entonces el de complicar inútilmente la vida a los fieles, menos aún exacerbar las discusiones, sino realizar un servicio a la verdad”.
Sobre el proceso hizo notar como “en el buscar determinar aquello que es justo, no solo no se busca agudizar los conflictos, sino a hacerlos más humanos, hallando soluciones objetivamente adecuadas a las exigencias de la justicia”.
“Ningún proceso –continuó– es contra la otra parte, como si se tratase de infligir un daño injusto. El objetivo no es el de quitar algún bien a nadie, sino el de establecer y tutelar la pertenencia de los bienes a las personas e instituciones”.
Asimismo destacó que “el criterio de la búsqueda de la verdad puede servirnos para aproximarnos al otro aspecto de la cuestión: su valor pastoral, que no puede estar separado del amor por la verdad”.
Haciendo referencia a quienes ejercen una “caridad pastoral a veces contaminada por aproximaciones complacientes hacia les personas”, afirmó que “en realidad no responden al bien de las personas y de la misma comunidad eclesial; evitando el confronto con la verdad que salva, estas pueden incluso resultar contraproducentes respecto al encuentro salvador de cada uno con Cristo”.
Finalmente el Santo Padre afirmó que “la sensibilidad pastoral debe llevar a buscar prevenir las nulidades matrimoniales cuando se encuentra en la etapa de admisión al noviazgo, e ingeniarse para que los conyugues resuelvan sus eventuales problemas y encuentren la vía de la reconciliación”.