El Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Arzobispo Angelo Amato, que acompañó por varios años al entonces Cardenal Joseph Ratzinger en ese dicasterio, opinó que la primera encíclica del Papa Benedicto XVI “Deus caritas est” (Dios es amor) constituye una “invitación a volver a los fundamentos del Cristianismo”.
En la entrevista que concedió a la revista Famiglia Cristiana, anticipada por la agencia Europa Press, Mons. Amato explica que el Papa ha escrito este documento “para relanzar la idea que el Dios cristiano es un Dios de caridad y lo dice al principio cuando hace referencia al mundo y cuando en nombre de Dios se habla de venganza u odio y violencia”.
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Según informó la agencia, Mons. Amato es “uno de los pocos que han podido seguir la elaboración de la encíclica” y para él “no es verdad lo que se dice acerca de que no se trata de un documento ‘programático’” pues realmente “se trata del programa central del Cristianismo” que es “la religión de la caridad”.
Mons. Amato precisa que esta encíclica es distinta a la primera de Juan Pablo II, “Redemptor hominis”, porque en ella el fallecido Pontífice describía la agenda de su Pontificado. “Benedicto XVI, sin embargo, explica el núcleo esencial del cristianismo, es decir la caridad, el amor y el reflejo de estos en las acciones de la Iglesia”, indica.
Mons. Amato también explica que la parte de la Encíclica que trata del amor entre hombre y mujer, ofrece “una teología de la realidad esponsal”. “El Papa compone eros y ágape en unidad, no excluye uno a favor del otro pero explica que el eros no tiene que encerrarse en el egoísmo, en el placer exclusivo, sino que tiene que convertirse en ágape, es decir atención por el prójimo”, agrega.